Pétain, jefe de guerra
Cuando la Primera Guerra Mundial estalla, el 3 de agosto de 1914, el coronel Pétain está a la cabeza de la 4.o brigada de infantería (compuesta de del R.I. y 110e del R.I.) cuya orden tomó, el 20 de marzo de 1914, provisionalmente.
Sido contratada en la provincia de Namur, a partir del choque inicial con el enemigo, la 4.o brigada contribuyó, en particular, el 29 de agosto en el golpe de parada de Manera destinado a frenar el anticipo alemán, a garantizar la maniobra de dérobement decidida por Lanrezac ante la amenaza de cerco del 5.o ejército.
Nombrado general de brigada el 30 de agosto de 1914, toma, el 3 de septiembre, la orden de la 6.o división a la cabeza a la cual participa en la batalla, dicha de la Marga, pedida por Joffre. El 6 de septiembre, después de una preparación de artillería, lanza a su división en dirección Santo- Orden, a algunos kilómetros al sur de Esternay. Pero su infantería flota bajo el fuego enemigo. Entonces, se avanza hasta la primera línea de ataque, la sobrepasa y prosigue hacia el pico de Santo-Bueno barrido por el fuego alemán. Su ejemplo implica la división cuyo éxito abrirá la carretera de Monceau-lès-Provins.
Se le cita, el 27 de septiembre, al orden del ejército: "A, por su ejemplo, su tenacidad, su calma al fuego, su incesante previsión, su constante intervención en los momentos difíciles, obtenido de su división durante catorce días consecutivos de batalla, un espléndido esfuerzo, resistente a ataques repetidos de día y noche, y el decimocuarto día, a pesar de las pérdidas sufridas, retrasando victoriosamente un ataque furioso del enemigo." "
Se hace a Oficial de la Legión de Honor, el 8 de octubre de 1914, con una nueva cita: "Funcionario general mayor del valor que, en las circunstancias actuales, se distingue por calidades de primer orden, notable por su valentía, su calma al fuego, el ejemplo que da a sus hombres del menosprecio del peligro." A, en el más alto grado, el sentimiento del deber. "
*
* *
Aquí comienza la fulgurante carrera de Philippe Pétain, comparable a las de los mariscales de Imperio. Las calidades de jefe de guerra quien acaba de probar al fuego, a la cabeza de una brigada luego de una división, completan aquéllas que había puesto de manifiesto en sus órdenes previas, así como en sus funciones, a la Escuela superior de guerra, de profesor de Táctica de infantería.La alta orden no se equivoca que, después de haberlo promovido divisionario, el 14 de septiembre, lo coloca, el 25 de octubre de 1914, a la cabeza del 3é cuerpo agavillado en el 10.o ejército y voluntario en Artois.
El 10 de mayo de 1915, se hace a comendador de la Legión de honor: "Organizó con un notable método el ataque de una posición alemana, y, a continuación, la dirigió con una extrema energía, obteniendo tropas bajo sus órdenes el más espléndido impulso." "
Sin embargo, el coste en vidas humanas y los escasos éxitos, o incluso los fracasos, ofensivas llevadas según las táctica tradicionales conducen a Pétain a concluir:
- que es necesario emplear los métodos de ataque de la guerra de la sede. Ya que la guerra de las trincheras solidifica el frente, dejando a los cañones y a las metralletas, el control del campo de batalla. Conclusión que traduce a algunas palabras: "La ofensiva, es el fuego que avanza;" la defensiva es el fuego que detiene (…) el cañón conquista, la infantería ocupa (…) un mínimo de infantería, un máximo de artillería (…) ya que el fuego mata "." En una palabra, Pétain se niega a conducir la batalla "a golpes de hombres". "es para eso, escrito su biógrafo, que la historia guarda su nombre";
- que la coordinación artilleri'a- infantería exige la intervención de la aviación de observación en los ajustes de artillería en los tiros de presa, acompañamiento o contrabatería;
- que la guerra tomó la forma de una guerra de desgaste. Procede pues limitar lo más posible las pérdidas favoreciendo la defensa.
*
* *
Esta última conclusión no es compartida por Joffre que, en el otoño 1915, decide lanzar en Champaña una gran ofensiva conducida por el 4.o ejército (Langle de Cary) y el 2.o ejército (Pétain).
Es un fracaso. Después de haber sumergido las primeras líneas alemanas aplastadas por la artillería, el asalto vino a morir, agotado, en una segunda línea, situada a algunos kilómetros en retirada y ocupada por fuerzas fuera de alcance de los fuegos de artillería.
Para Pétain, la lección queda clara. Aplicará en adelante la táctica defensiva dicha de la "segunda posición", y se opondrá a las ofensivas de gran estilo, mientras el enemigo se beneficie de una superioridad numérica.
Son los Alemanes que toman la iniciativa de la ofensiva cuando estalla, el 21 de febrero de 1916, el golpe de trueno de Verdun. Entre la constelación de los generales franceses, Joffre elige y designa inmediatamente a Pétain, encargando al 2.o ejército, para organizar la defensa. En sus Memorias (p.215), le rendirá homenaje: "Se dotaba al comandante del 2.o ejército de enormes calidades militares que, durante la guerra y en particular al principio de la batalla de Verdun, precisamente los pusieron de relieve." Es por una mejora constante de la organización de la orden, por un sentido táctico muy agudo, un perfeccionamiento sin cesar renovado de los métodos de defensa que se salvó a Verdun, y es el general Pétain que fue verdaderamente el alma de todos estos progresos. Se deberá nunca olvidar que, por el estudio incesante de los métodos de combate enemigos, hizo realizar a nuestro ejército los mayores progresos tácticos de toda la guerra; en particular, la conexión de la aviación y la artillería que fue tan fértil. "
En efecto, sacadas conclusiones, en particular, en Artois y en Champaña, confirmaron, en el espíritu de Pétain, el carácter decisivo de la coordinación artilleri'a-infanteri'a-aviación que exige un grado de superioridad aérea que permite a los aviones de observación regular los fuegos de artillería. Pues, con el coronel Barès, reforzó los medios aéreos de observación así como las unidades de caza indispensables para su protección. Fijó su misión al comandante de Rosa, encargando a la agrupación de cinco escuadrillas de caza: "Rosa, barren -moi el cielo, soy ciego…" Si se expulsan del cielo, entonces, esto es simple, se perderá a Verdun. "
En algunos meses, el enemigo, en la persona de Ludendorff, analizará su derrota delante Verdun: "Una artillería potente, perfectamente dirigida por los aviones, servida por una acumulación enorme de municiones, había pegado y había puesto en partes nuestra propia artillería." La potencia defensiva de nuestra infantería se utilizó en un punto como el ataque por masas del enemigo pudo salir bien. "(Recuerdos de guerra, volumen I, pp.292-293)."
*
* *
Para Pétain, es "el Melenudo" que fue el vencedor de Verdun. Pero la Historia retuvo que, sin las calidades humanas de su jefe, estos admirables combatientes no habrían podido, diez meses durante, soportar los inefables sufrimientos físicos y morales que fueron los suyo. Un jefe que, en su recepción bajo la Cúpula, el 22 de enero de 1931, magnifié por Paul Valéry: "Qué ternura en ustedes para estos hombres cuyos dolores inexpresables, cansancios, los sufrimientos, las mutilaciones, los cadáveres fueron los sustancias de hola." El soldado aprendió poco a poco a conocerles: encontró al hombre en ustedes. "
Son estas calidades que lo designan para tomar, en mayo de 1917, la orden principal de los ejércitos franceses incluida se alcanza seriamente la moral, inmediatamente después del fracaso de la ofensiva del Camino de las Damas. En algunas semanas, restablece la situación. La gran crítica británica, Liddell Dogal, volverá el más vibrante homenaje a esta única acción, afirmando que "Francia no habría podido prescindir de un hombre sin quien no habría sobrevivido a la crisis de 1917." Un Foch propio entonces probablemente habría precipitado su caída en vez de detenerlo. "
El 24 de agosto de 1917, una breve cita acompaña la subida de Pétain a la dignidad de grande-cruz de la Legión de honor: "Funcionario general del más alto valor moral cuyas raras calidades y carácter se afirmaron en la orden principal de los ejércitos del Norte y el Noreste." Defendió y salvó a Verdun."
*
* *
Fiel a su estrategia, Pétain permanece sobre la defensiva. Sin embargo, en julio, agosto y octubre de 1917, él lanza ofensivas a objetivos limitados, coronadas con éxito, como el asunto del Malmaison. Pero, sobre todo, prosigue la impulsión operativa de una fuerte reserva general, de 40 divisiones, quienes pudo constituir gracias a la llegada de las divisiones americanas que, de pleno acuerdo con Pershing, se ponen progresivamente en condición asignándoles sectores tranquilos, esperando de comprometerlos sobre un frente activo, tal el de Saint-Mihiel.
Esta estrategia debe tener en cuenta el refuerzo constante de las fuerzas alemanas por las grandes unidades liberadas al Este por la capitulación soviética. Pétain lo resume: "espero los Americanos y los tanques". Es objeto de su Directiva n°4 de 20 de diciembre de 1917: "El Acuerdo no recuperará la superioridad en personal que combatirá hasta que el ejército americano sea capaz de poner en línea una serie de grandes unidades;" hasta -alli', debemos, so pena de un desgaste inmediato, conservar una actitud expect, con la idea bien decidida reanudar, tan pronto como lo podremos, la ofensiva que, sola, nos dará la victoria final "."
Las fuerzas de reserva general, constituidas e implicadas gracias a esta actitud expect, van a ayudar a los Británicos, trastornados en Picardía, en febrero de 1918, por una ofensiva alemana. Rameutées urgentemente en mayo de 1918, permiten rellenar el bolsillo creado por el enemigo, que - aprovechando la terquedad de Foch que, a pesar de las solicitudes instantes de Pétain, las mantuvo demasiado mucho tiempo en Flandes - se avanzó hasta la Marga de Castillo-C$thierry después de haber insertado el 6.o ejército (Duchêne) en el sector del Camino de las Damas. Permiten finalmente abrir, en julio de 1918, las alas de la victoria, en la segunda batalla de la Marga que compromete los 600 tanques y 1.000 aviones, y señalan el cambio de cuesta de la guerra.
*
* *
Muy enseñanzas del conflicto y, en particular, de las operaciones en el cielo de Verdun, Pétain, en una carta del 27 de mayo de 1917, habían llamado la atención de Painlevé, Ministro de C$guerra, sobre el hecho de que "la aviación adquirió una importancia capital." Se volvió uno de los factores indispensables del éxito. Es necesario es amo del aire "." Y, la víspera de la segunda batalla de la Marga, había destacado en su Directiva n°5 de 12 de julio de 1918 que "la sorpresa táctica será obtenida por la espontaneidad del ataque al favor de una preparación por la artillería y la aviación de bombardeo tan breve y lo más violenta posible, o sea sin preparación al favor de la acción de ruptura de los tanques de asalto que abren la vía a la infantería y a la artillería." El papel de la aviación está de la más alta importancia "."
*
* *
Así pues, el par el avio'n- tanque acaba de nacer y va a triunfar. Los Alemanes no lo olvidarán. Ni Pétain que pedirá en vano:
- en una memoria del 5 de enero de 1919, la constitución de una fuerza de los 6.875 tanques ligeros y de los 435 tanques pesados,
- en una nota dirigida el 2 de diciembre de 1931 a Presidente del Consejo, "la constitución urgente de una aviación de defensa y ataque potente".
*
* *
Charles de Gaulle, en Francia y su ejército, juzga la parte tomada por Pétain en el despegue hacia la victoria: "se ve mal lo que hubiera dado los planes y los impulsos de Foch sin el instrumento arreglado por Pétain". Esta parte decisiva se recuerda en la cita que, el 7 de agosto de 1918, le confiere la Condecoración militar: "Durante esta guerra, en las distintas órdenes que ejerció, Brigada, División, Ejército, Grupo de ejércitos, Ejército francés, siempre ha hecho prueba de las más bonitas calidades morales y técnicas." Soldado en el alma, no dejó de dar pruebas brillantes del más puro espíritu del deber y de la más alta abnegación. Supo siempre mantener, en los ejércitos colocados bajo sus órdenes, una disciplina firme y benévola; sostuvo en el supremo grado su moral y exaltó su confianza. Acaba de adquirirse de los títulos imperecederos al reconocimiento nacional rompiendo la avalancha alemana y rechazándolo victoriosamente "."
El 13 de agosto de 1918, Hindenburg y Ludendorff piden a Barbilla II poner un término a la guerra, por vía diplomática. Consideran que la situación militar de Alemania es desesperada, pero no aceptan una capitulación que deshonoraría a un ejército que, desde más de cuatro años, no dejó de probar sus virtudes belicosas.
Del lado combinado, Pétain alimentó la intención de una ofensiva en Lorena. El 7 de septiembre, prescribe a Castelnau de preparar un potente ataque hacia el sureste de Metz. Bajo los órdenes éste y de Pershing, las fuerzas francesas y americanas incluirán 28 divisiones de infantería, 3 de caballería, los 600 tanques y más de 1.000 aviones. En frente, 6 divisiones alemanas de valor mediocre.
Este plan, Foch no dejó de discutirlo, porque no haría más que ampliar 30 kilómetros un frente ya victorioso sobre 300 kilómetros. Sin embargo, el 23 de octubre, da finalmente el visto bueno para que la ofensiva pueda lanzarse el 14 de noviembre. No lo será, puesto que el armisticio en debate entre Wilson y el canciller Max de Baden entra en vigor el 11 de noviembre, contrariamente al dictamen de Pétain y Pershing que deseaba que la firma del armisticio no se produzca antes de que el enemigo esté rechazado más allá del Rin.
En una carta dirigida el 21 de noviembre de 1918 a su familia, Foch reconocerá que la ofensiva prevista había implicado "la destrucción completa" del "Boches". ¿Entonces, por qué la habían prohibido retrasando su desencadenamiento?
En toda hipótesis, Pétain y su Melenudos acababan de escribir la más bonita página de la larga historia del ejército francés. Clemenceau lo certifica en su informe al Presidente de la República que propone conferir el maréchalat al comandante principal de los ejércitos franceses:
"Sr., el Presidente,"
"A la hora en que la Francia entera famosa en un noble orgullo la Victoria definitiva de sus armas, el Gobierno de la República tiene a honor de traducir los deseos del Ejército y el País proponiéndoles conferir al uno de los más gloriosos artesanos de la Victoria, al General Pétain, la dignidad de Mariscal de Francia."
"Trazar el papel desempeñado por el General Pétain sería hacer la historia de la Guerra."
"Los más bonitos servicios ya lo habían ilustrado cuando, colocado a la cabeza del Ejército de Verdun, infligió al enemigo una derrota a nunca famoso, que señaló la decadencia de la potencia militar alemana."
"Repetidos éxitos, escrito el Mariscal Foch, hicieron él al Jefe supremo de los Ejércitos franceses."
"Estos ejércitos, supo mantenerlos en el sentimiento más elevado del deber, realizando, hasta el final de la guerra, la persistencia y la cohesión de las energías."
"por una lucha de más de siete meses, de una intensidad sin precedentes, acaba de conducir a sus tropas a la Victoria, obteniendo de ellas el esfuerzo espléndido que niveló l ' enemigo.
"El General Pétain tendrá la gloria de mantener a lo sumo arriba, incluso en los malos horas, el moral del soldado francés." Su orden, por eso benévola que firme, forjó el instrumento de la Victoria que sus talentos militares así altamente contribuyeron a fijar.
"Su último orden del día presenta en plena luz este bonito carácter de Jefe francés que pone en guardia a sus tropas contra el abuso de la fuerza y les recomienda, en el triunfo, la dignidad, la generosidad."
"La Historia colocará al General Pétain a la primer fila de los Hombres de Guerra que, durante esta larga y terrible batalla de cuatro años, encargaron a los Ejércitos combinados."
"Conductos por Jefes del más alto valor, nuestros incomparables soldados impusieron al enemigo este armisticio del 11 de noviembre de 1918 que consagra el triunfo del Acuerdo." Acaban de alcanzar el Rin. La hora pues llegó de conceder al General Pétain la suprema recompensa militar que honrará al Jefe tanto como ella glorificará al Ejército Victorioso.
"Si aprueban esta propuesta, me complace rogarles revistan de su firma el presente decreto."
"Le saluda atentamente." "
*
* *
El 8 de diciembre 1918, en Metz, de Pétain recibe su palillo de Mariscal de la Francia de las manos de Raymond Poincaré. Se imaginan su legítimo orgullo, y también que lamentará, en su recepción a la Academia francesa, en su elogio de Foch: "El gran soldado, que había hecho del ataque decisivo el resultado de su doctrina y la clave de su enseñanza, deberá descansar su espada antes de haber destruido a su adversario." Preocuparse el armisticio que firmará el 11 de noviembre, en territorio francés, ahorrará al orgulloso ejército alemán uno que humillará desastre y le permite volver a pasar el Rin sin. "
Bajo el elogio académico, punto el pesar de no poder romper el orgullo alemán lanzando la ofensiva prevista el 14 de noviembre. Este sentimiento, lo expresa a sus amigos americanos: "Ni Pershing ni mí querían el armisticio;" todo el ala izquierda del ejército alemán estaba en fracaso y podíamos ir en Berlín. Pero los Ingleses nos traicionaban desde agosto de 1918 para que no tuviéramos la orilla izquierda del Rin. Es fácil probar al pueblo alemán que no se pegó. ¡Con tal que eso no nos trae una segunda Guerra Mundial que sería aún más terrible que la primera! ¡La noche del armisticio, lloré! ".
¡Llanto profético! Del otro lado del Rin, Hindenburg ya expresa su certeza del renacimiento "del grande y orgulloso ejército alemán". Sus Memorias de guerra (Aus meinen Leben) recuerdan las lágrimas que pagaba, a la edad de once años, diciendo adiós a su padre, mientras que cruzaba las rejillas de la Escuela de los cadetes de Wahlstatt. Se acaban sobre un encantamiento: ¡"Cuento con ti, ô juventud alemana!" ".
Al Oeste, en Francia, los encantamientos psalmodient el desarme, o incluso la traición, mientras que los aliados de la víspera, Americanos e Ingleses, se niegan a subir el guardia en el Rin. Poco tiempo antes de su muerte que ocurre el 24 de noviembre de 1929, Clemenceau profetiza a su vez: "en cinco años, en diez años, cuando querrán, el Boches entrarán en casa".